Parchis chis chis... :)
El viernes fui a una fiesta (reunión era el nombre original) a casa de Verónica, una amiga, debido a un aniversario más de su natalicio (nombre vulgar: cumpleaños).
Al principio (debo confesar) me sentía un tanto mosca en leche, pues había gente que no conocía y dado a mi autismo y sociopatía, pues me tardé un rato en aclimatarme con el ambiente. Fui con Ranita y Jorchi, antes de eso hicimos una parada estratégica en una tienda de alto prestigio para comprar víveres y regalos para la festejada. El buen Jorchi le compró chocolates (los cuales ayudé a escoger), Ranita compró un vino (el cual me dedique a consumir más tarde con agrado, simpatía y placer) y yo hice lo propio de una Nenita, le compré a Vero una tarjetita bastante mona.
Llegamos a casa de la festejada, todo estaba en completa armonía, la gente sentada platicando, todos muy seriecitos, como niños regañados. En ese momento pensé: Ay, Lirva igual y esto se pone aburridón, pero pus ni modo, hay comida y alcohol. Lo que no imaginé ni mucho menos pensé fue que esa reunión se iba a convertir en un gran revén. Nunca había asistido a una fiesta en la cual la banda se prendiera con rolas de: dum dum dum (sonido de suspenso) Parchis y Timbiriche, el revén empezó a agarrar color con letras profundas y llegadoras como: Parchis chis chis es un juego divertido que y Somos amigos de ustedes, amigos de verdad o Timbiriche (lalala) Timbiriche, el dragón es real a la vuelta lo voy a (no recuerdo). Pues en esa fiesta era la más joven, por suerte tengo una hermana mayor, contemporánea a la mayoría de los comensales y desde niña se dedico a instruirme en las artes de escuchar música ochentera, gracias a eso no me quedé como idiota sin entender nada y sin cantar; pues yo soy más de Fey para acá, jajajajaja.
Vero y Marel se encargaron de deleitarnos con coreografías de aquellos tiempos, después todos en la fiesta salieron del closet y sacaron a su yo (interno) amplio conocedor del pop en español. Me puse algo borrachita (con el vino tinto antes mencionado), la comida estuvo maravillosa y después de haber hecho un largo recorrido por la amplia gama de música de los ochenta, la noche concluyó con un divertido juego de dominó cubano (?) y tuve suerte de principiante, gané el primer juego.Posteriormente dije Ranita que hora es. Ranita: diez para las tres (de la madrugada). Tómala, ya vámonos. Bueno, bueno, adiós, nos vemos; espero se la hayan pasado bien,etc. Confieso que ha sido de las fiestas más chidas a las que he ido, comí bien, bebí bien y pude hacer uso de mi alto conocimiento en rolas de Timbiriche. Ah, que divertido.
Lirva
Al principio (debo confesar) me sentía un tanto mosca en leche, pues había gente que no conocía y dado a mi autismo y sociopatía, pues me tardé un rato en aclimatarme con el ambiente. Fui con Ranita y Jorchi, antes de eso hicimos una parada estratégica en una tienda de alto prestigio para comprar víveres y regalos para la festejada. El buen Jorchi le compró chocolates (los cuales ayudé a escoger), Ranita compró un vino (el cual me dedique a consumir más tarde con agrado, simpatía y placer) y yo hice lo propio de una Nenita, le compré a Vero una tarjetita bastante mona.
Llegamos a casa de la festejada, todo estaba en completa armonía, la gente sentada platicando, todos muy seriecitos, como niños regañados. En ese momento pensé: Ay, Lirva igual y esto se pone aburridón, pero pus ni modo, hay comida y alcohol. Lo que no imaginé ni mucho menos pensé fue que esa reunión se iba a convertir en un gran revén. Nunca había asistido a una fiesta en la cual la banda se prendiera con rolas de: dum dum dum (sonido de suspenso) Parchis y Timbiriche, el revén empezó a agarrar color con letras profundas y llegadoras como: Parchis chis chis es un juego divertido que y Somos amigos de ustedes, amigos de verdad o Timbiriche (lalala) Timbiriche, el dragón es real a la vuelta lo voy a (no recuerdo). Pues en esa fiesta era la más joven, por suerte tengo una hermana mayor, contemporánea a la mayoría de los comensales y desde niña se dedico a instruirme en las artes de escuchar música ochentera, gracias a eso no me quedé como idiota sin entender nada y sin cantar; pues yo soy más de Fey para acá, jajajajaja.
Vero y Marel se encargaron de deleitarnos con coreografías de aquellos tiempos, después todos en la fiesta salieron del closet y sacaron a su yo (interno) amplio conocedor del pop en español. Me puse algo borrachita (con el vino tinto antes mencionado), la comida estuvo maravillosa y después de haber hecho un largo recorrido por la amplia gama de música de los ochenta, la noche concluyó con un divertido juego de dominó cubano (?) y tuve suerte de principiante, gané el primer juego.Posteriormente dije Ranita que hora es. Ranita: diez para las tres (de la madrugada). Tómala, ya vámonos. Bueno, bueno, adiós, nos vemos; espero se la hayan pasado bien,etc. Confieso que ha sido de las fiestas más chidas a las que he ido, comí bien, bebí bien y pude hacer uso de mi alto conocimiento en rolas de Timbiriche. Ah, que divertido.
Lirva
2 comentarios
mentally insane -
cuidate mucho, te mando un abrazo.
René López -